El otro día, después de escribir eso tan bonito de que todos tenemos la opción de cambiar el futuro para mejor a base de modificar cualquier cosa del presente, se me ocurrieron varias objeciones que contradecían un propósito tan optimista.
Pensé que si por ejemplo alguien hubiera ayudado a Hitler a ser mejor pintor y con ello le hubiera llevado a centrarse en el arte y no interesarse por la política, probablemente las cosas habrían incluso empeorado. El ambiente quería nazismo, y en cualquier caso lo habría habido. Y probablemente otro líder del partido y de la cancillería con otra personalidad, menos disparatado, menos excitado y más frío y racional, habría escuchado a sus generales y habría dosificado sus fuerzas con mayor prudencia, por lo que podría haber soslayado el desastre de la ofensiva rusa e incluso haber ganado la guerra. ¿Y cómo estaría el mundo hoy?